EXPRÍMEME_LIFE IN PROCESS

Creada en 2022 coproducida por los Teatros del Canal.

“El afán de superación es innato a la humanidad. Así, recurriendo a lo sencillo pero con una técnica y un esfuerzo sobrehumano en los tres bailarines, Fridman nos invita a traspasar nuestros límites internos y a profundizar en la frase Conócete a ti mismo.”

Nuria Ruiz de Viñaspr

SINOPSIS

Abrimos la puerta a la intimidad creadora de la compañía, y con tu presencia, querido espectador, observamos que el equilibrio entre el mapa y territorio es tan delicado que cualquier imprevisto puede arruinar la experiencia del presente o bien catapultarnos a su plena vivencia.

Los procesos de creación en la danza desplegados en los ensayos siempre van dirigidos a la composición, es un camino irreversible e impredecible en el que la búsqueda de la belleza suele tensionar la vivencia del tiempo.

Sharon.- ¿Cómo te sientes? ¿Cómo lo has vivido?
Arthur.- Me siento un poco cansado, erosionado. Siento que a veces estoy intentando complacerte y ahí me olvido de quién soy, entonces pierdo consciencia sobre mi    forma. ¿Y tú?
Sharon.- Decepcionado, me falta el aire. A veces estás pero no te veo, y a veces te veo pero no estoy yo.
Arthur.- ¿te sientes así a veces?
Sharon.- Sí
Arthur.- ¿Con más personas?
Sharon.-Sí. Me ahoga no estar en mi sitio, y con algunas personas me resulta muy difícil.
Arthur.- Como una naranja exprimida

NATURALEZA DEL PROYECTO

Con este último proyecto tan especial para nosotros, la compañía cumple 15 años dedicados a la creación coreográfica, un tiempo de llama constante, de búsqueda arrebatada y de pasión por la danza como vía de comunicación y conocimiento sobre los seres humanos y sus relaciones. ¡Celebramos con mucha alegría la supervivencia!

Exprímeme (Life in Process) implica una evolución en la presencia del espectador en un espectáculo de danza al hacerle partícipe de la intimidad de la compañía, la relación entre los artistas y sus particulares procesos de creación coreográfica. Se desvela lo que sucede en los ensayos previos al estreno de una obra. El camino es arduo e intenso, plagado de desesperadas frustraciones y efímeros éxtasis. La escucha se afina, el tacto se despliega, la consciencia sobre el suceso se expande con firmeza, y a medida que va instaurándose una corriente fluida entre los artistas todo comienza a cobrar vida.

En la danza, los ensayos forman parte de la vida cotidiana del artista, sólo en ellos es posible el encuentro con la fuerza creativa que se expresará por cauces coreográficos. La conexión con esa fuerza depende de múltiples variables, todas ellas fundamentalmente personales, dependientes del estado anímico de cada uno de los artistas que forman parte del ensayo. La tarea del coreógrafo se asemeja a la de un sintonizador que recibe variedad de frecuencias para su posterior conversión en un único flujo.  

El espectador será testigo y cómplice de los procesos personales de los artistas sumergidos en el caos creativo, ¿se toparán de golpe con la belleza? ¿se hundirán en la desesperación ante la impotencia y la esterilidad? Los ensayos abren la puerta a la fascinante incertidumbre.

Sharon, Arthur, Melania y un técnico se relacionan en un estudio de danza, bajo un techo, con la intención de componer, de crear belleza a través del movimiento. Cada uno de ellos procede de un país distinto, cada uno de ellos tienes sus propias necesidades y expectativas, cada uno de ellos tiene una función dentro de la compañía, cada uno de ellos ha vivido un tiempo distinto antes del ensayo, quizás algo trágico, o quizás algo maravilloso, ¿serán capaces de entenderse, de trabajar en la misma dirección estando bajo el mismo cielo?

Juntos pondrán en práctica la metodología de creación ideada por Sharon en los últimos tiempos llamada I.N.A., derivada de una vasta investigación del lenguaje del contact, y dirigida a la improvisación y generación de materiales coreográficos que formarán parte de sus propias obras.

La palabra aparece en escena por primera vez con especial protagonismo en la historia de la compañía. Una palabra que guía y abre territorio personal, que confirma el matrimonio entre la danza y la vida. Se baila según se vive, y se vive según se baila. Los diálogos entre los artistas evidencian los estados anímicos, los niveles de atención, las dudas y conflictos, que en última instancia determinarán los resultados de un ensayo. Esta palabra, junto al movimiento, va desplegando un proceso expansivo de consciencia sobre las relaciones personales, el lugar del artista en la obra, y la creación en la danza.

DIRECCIÓN & CONCEPTO:

Sharon Fridman

COREOGRAFÍA & INTERPRETACIÓN:

Sharon Fridman
Arthur Bernard Bazin
Melania Olcina

MÚSICA:

Luis Miguel Cobo

DRAMATURGIA:

Sergio Martínez Vila

DISEÑO DE LUCES:

Pilar Valdelvira (AAI)

DISEÑO DE ESCENOGRAFÍA:

Juan Bueno Bueno

VESTUARIO:

Mizo, by Inbal Ben Zaken

SONIDO:

Iñaki Ruiz Maeso

CONSTRUCCIÓN DE ESCENOGRAFÍA:

Base X Altura

MAQUINARIA:

Luca Micconi

SASTRERÍA:

Marisa Maggi

FOTOGRAFÍA:

Kinerama, Alegre Saporta

COMUNICACIÓN:

Elvira Giménez y Ángela de la Torre (Cultproject)

PRODUCCIÓN & MANAGEMENT:

Lola Ortiz de Lanzagorta (New Dance Management)

Nuestro agradecimiento a Antonio Ramírez-Stabivo por su acompañamiento en el proceso creativo